Imagina por un momento que eres un gato. El mundo es un lugar lleno de olores, texturas y sonidos interesantes. Para mantenerte a salvo y conectado con tu entorno, necesitas una herramienta poderosa: tu lengua. Sí, esa lengua áspera y rosada que parece un pequeño cepillo es mucho más que un simple órgano para comer. Es una herramienta de comunicación, un termómetro y un instrumento de higiene.
La lengua: una obra maestra de la evolución
Si pudiéramos observar la lengua de un gato bajo un microscopio, descubriríamos un mundo fascinante. Está cubierta de pequeñas papilas, como ganchos microscópicos, que le permiten capturar presas, beber agua y, por supuesto, acicalarse. Cada papila tiene una función específica:
- Papilas cónicas: Son como pequeños peines que eliminan el pelo muerto y la suciedad.
- Papilas filiformes: Captan líquidos y ayudan a manipular los alimentos.
- Papilas marginales: Actúan como sensores, detectando sabores y texturas.
Además de estas papilas, la lengua felina posee receptores que son células especializadas en captar información de diferentes estímulos y enviando la información al sistema nervioso central. Los primeros receptores que hablaremos son los táctiles y estos están distribuidos por toda la superficie de la lengua, especialmente en las papilas. Estos receptores son responsables de la sensibilidad al tacto, la presión y la vibración. Por ende, son fundamentales para el acicalamiento, la exploración del entorno y la manipulación de los alimentos.
Una vez explicada la anatomía de la lengua nos queda aún más claro que es una herramienta increíblemente versátil, por lo que pensar que el acicalamiento sirve para mantenerse limpios ya se aleja de nuestro conocimiento. Vamos a explorar para qué más utilizan el acicalamiento los gatos domésticos.
Instinto de Supervivencia
El acicalamiento juega un rol importante en el instinto de supervivencia felina y para comprender este punto debemos saber que aunque el gato ha sido domesticado tiene aún conductas y manera de analizar su entorno a como lo hacían en la naturaleza sus antepasados. Para el gato es importante que su territorio huela a él para que otros felinos no busquen quitárselo, pero en lo que se refiere a su cuerpo el gato prefiere pasar inadvertido para los depredadores y esto lo logra manteniendo un pelaje limpio y sin olores. Un gato limpio tiene menos probabilidades de contraer enfermedades, atraer parásitos, rascarse y producir infecciones secundarias. Dichas lesiones en piel poseen un olor particular cuando no han sido atendidas correctamente que podría atraer depredadores a su alrededor. Las papilas tienen una función de limpieza mecánica en donde actúan como un cepillo eliminando el pelo suelto, la suciedad y los parásitos de su pelaje.
Termorregulación
Los gatos, al igual que otros animales, tienen mecanismos específicos para regular su temperatura corporal. Aunque sudan principalmente por las almohadillas de sus patas, existen otros métodos que utilizan para mantener una temperatura corporal estable y una de ellas es mediante el acicalamiento. Al lamerse, los gatos esparcen saliva sobre su pelaje. Cuando esta saliva se evapora, se produce un efecto de enfriamiento similar a la sudoración en humanos. Además, la saliva de los gatos contiene aceites naturales que ayudan a mantener su pelaje hidratado y saludable. Al lamerse, distribuyen estos aceites por todo el cuerpo, creando una barrera protectora que puede ayudar a regular la temperatura corporal.
Allogrooming
El allogrooming es un comportamiento en el que un gato usa su lengua para acicalar a otro gato, generalmente en la cabeza y cuello. El gato que lo recibe suele tener una conducta cooperativa y un lenguaje corporal relajado, con la cabeza inclinada, girada e incluso a veces con presencia de ronroneo. También se ha observado que un gato puede pedirle a otro que lo acicale al flexionar el cuello
exponiendo el costado de la cabeza al gato que se lo está pidiendo. Este aseo es una forma de comunicación social, en donde únicamente observaremos esta conducta entre gatos que se llevan bien y buscan reforzar sus lazos o jerarquía social. Los gatos lo utilizan como saludo y un recordatorio de que pertenecen a la misma “familia”. Mientras que los gatos de rango superior suelen iniciar el acicalamiento y pueden ser más selectivos a la hora de elegir a quién acicalan.
Regulador emocional
El acto de acicalarse tiene un efecto relajante en los gatos, ayudándoles a reducir el estrés, la ansiedad y la tensión muscular. El acto repetitivo y rítmico de lamerse estimula la liberación de endorfinas, neurotransmisores con efectos analgésicos y ansiolíticos naturales. Estas sustancias químicas generan una sensación de bienestar y calma, contrarrestando los efectos del estrés. Además, por medio de la saliva se impregna de sus propias feromonas lo cual logra darle una sensación de seguridad reduciendo sus niveles de estrés. En situaciones donde el gato se siente estresado puede utilizar el lamido como un comportamiento de desplazamiento donde redirige esta ansiedad a una actividad física que le brinda tranquilidad.
Cuando el acicalamiento se vuelve un problema
Ahora bien, cuando el gato no logra manejar los niveles de estrés puede llegar a generar problemas médico conductuales como lo son la alopecia psicogénica; en donde el gato se lame en exceso y empieza a presentar áreas de su cuerpo sin pelo. Otros motivos por los cuales los gatos se lamen de manera excesiva en un punto particular de su cuerpo son por dolor articular; especialmente artrosis degenerativa y una afección a nivel de vejiga donde se observa al felino lamerse su vientre. Causas como Hiperestesia Felina, alergias cutáneas y ectoparásitos con motivos de un lamido excesivo de manera más generalizada.
Otra razón por la cual los gatos se lamen se debe a que viene siendo próxima su hora de dormir. También se ha visto que las gatas prontas a parir a menudo se acicalan a sí mismas y tras dar a sus gatitos se vuelven a acicalar y a sus gatitos tras dar a luz.
En conclusión, el acicalamiento felino trasciende a la higiene. Comprender la importancia del acicalamiento nos permite interpretar mejor el comportamiento de nuestros felinos, identificar posibles problemas de salud física o mental, y fortalecer el vínculo que compartimos con ellos. Observar a un gato acicalándose es presenciar una ventana a su mundo, un mundo donde la limpieza es solo una pequeña parte de una compleja interacción con su entorno y con otros individuos.
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